martes, 9 de diciembre de 2014

UN HOME BO.




El dia 10 de desembre del 2011, ens deixava Manuel Casesnoves Soldevila, primer alcalde de la democràcia. Ha fet tres anys del trànsit de l’alcalde que va fer efectiu el canvi de nom de Játiva per Xàtiva. En el tercer aniversari del seu traspàs vull retre un xicotet homenatge a la seua persona i a la seua figura.

En este cas vull recordar un fet memorable, tal vegada no molt conegut de Manolo Casesnoves, en el qual reflexa el seu tarannà i la seua bonhomia.

Corria l’any del 1966 i s’havien celebrat eleccions parcials a la renovació dels regidors dels ajuntaments franquistes. A Xàtiva, “Játiva” aleshores; s’havia presentat de candidat Manolo Casesnoves  i havia eixit elegit regidor. Durant la campanya electoral, si es que així es podia dir; va haver una espècie de reacció de la gent de l’estament franquista contra Manolo per tal d’evitar la seua elecció.

El ja elegit regidor, sabedor d’aquesta campanya orquestrada contra ell i de les difamacions que havien vessat sobre la seua persona, titllant-lo de ser un catòlic d’esquerres, en definitiva, un roig perillós; va preparar a consciència el seu discurs de presa de possessió i quan va arribar el seu torn va pronunciar un discurs que va deixar bocabadada i malairada a tota la concurrència i que a més, li va costar la seua detenció.

A continuació es transcriu el discurs i es mostra un còpia de l’original.

Manolo Casesnoves Soldevila, un home bo.



….Se ha dicho por ahí, con motivo de las elecciones a las que concurrí libremente, que si detrás de mí hay un grupo de ésta o aquella filiación política, que si soy un católico de izquierdas….

Los que creían condenarme con estas adscripciones, han halagado mi manera de ser.

Porque la política descansa fundamentalmente en la existencia de dos tipos de espíritu distintos: el espíritu de derechas y el espíritu de izquierdas; el espíritu conservador que preconiza el orden y la autoridad y el espíritu progresista que prefiere el desorden a la injusticia.

En realidad el compromiso político debe basarse en la concepción que se tiene del hombre.

La posición de derechas es contraria a la postura científica del hombre, así como a su concepción cristiana. Implica que las injusticias no son más que una consecuencia normal de la condición humana; que cada [uno] debe permanecer en su lugar y que lo único peligroso es el desorden, constituyendo así la primacía de la obediencia y la resignación.

Según la concepción individualista de la moral, se puede ser hombre de derechas perfectamente moral y, no obstante, vivir en olvido total de la tarea humana; lo que constituye una posición falsa e inhumana, esencialmente inmoral. Por el contrario, la orientación de izquierdas es en sí misma moral. Lo cual no implica que no pueda realizarse de una manera inmoral. Ahí radica todo el problema.

De hecho la opción de izquierdas no es libre; es un deber. Pero en la actualidad no existe prácticamente la verdadera izquierda y el compromiso de los que han comprendido lo que es el hombre debe consistir en hacer posible esa “verdadera izquierda”. Porque la verdadera izquierda es conciliación de la idea de progreso social, con el respeto de la libre persona humana, es abandono de la obediencia impuesta, por la verdadera obediencia a una norma de vida. Ser de izquierdas es luchar contra todas las alienaciones humanas; buscar laboriosamente el medio de progresar sin esclavizar, evitar las injusticias sin oprimir.

El cristiano ante la vida pública se encuentra en una incómoda y paradójica situación: obligado por su fe a actuar, tiene que hacerlo con unas normas y con unas metas siempre revisables y constantemente superables. Porque el cristianismo no tiene ninguna pauta de acción total concreta, sino exigencias de constante superación en la realización siempre inagotable de los valores del hombre.

La vida sociopolítica es constitutivamente riesgo [i] aventura; ninguna receta del hombre podrá solucionar automáticamente los problemas que la convivencia plantea. Creer que en un sistema o en una orientación (ética, ideológica, o científico-técnica) se encuentra la clave infalible de los enigmas de la vida social, puede ser una funesta ingenuidad.

Los que crean lo contrario que lean sino detenidamente la [encíclica] “Pacem in terris” o el esquema XIII del Concilio; que mediten entonces el Evangelio ante el que hemos jurado el cargo. Ahí está la Verdad, con mayúscula. La Verdad no es tuya ni mía. La verdad está fuera y por encima de cada uno de nosotros y todos somos igualmente sus servidores.

Una vez en la Historia la Verdad se ha hecho Hombre y nos ha dicho a los que nos llamamos sus discípulos: “Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés. Cumplid pues y guardad lo que os digan, pero no los imitéis en sus obras, porque hablan mucho y no hacen nada…. El mayor entre vosotros hágase servidor de los demás. (Mateo 23,2-11).

Nuestro máximo poeta contemporáneo supo condensar esta enseñanza evangélica en esta sencilla estrofa:
                                   “¿Tu verdad? No, la verdad;
                                   Y ven conmigo a buscarla.
                                   La tuya guárdatela,”

Por eso invito a todos los compañeros del consistorio a que vayamos juntos en su busca, con ilusión, sacrificio y amor.
Manuel Casesnoves, servidor de Vds.


Palabras pronunciadas en la toma de posesión como concejal del Excmo Ayuntamiento de XÀTIVA. Noviembre de 1966.


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Imatge cedida per Salvador Mahiques Calabuig.