El dia vint-i-dos d'abril de 1942, el Fiscal Instructor de la
causa General de Valencia Leopoldo Castro Bay dicta una providència al jutjat
de Xàtiva per a que cite a declarar a un llistat de veïns, els quals presumptament
han sigut objecte de requises, incautacions i robatoris de les seues
propietats, tan de tipus urbà com rústic durant el període 1936-1939. Segons la
providència dictada, tots els citats:
"… que todos ellos manifiesten los daños que les fuera
causados en las fincas de su propiedad que les fueron incautadas en periodo
revolucionario precisando fechas, quines[sic] lo realizaron, si obraban por
propia iniciativa o por orden de otras personas, entidad o Comité, valor de lo
sustraído o incautado y si ha sido o no recuperado en poder de quién se
encontraba; sirviéndose devolver la presente una vez cumplimentada.
Dios guarde a Ud. muchos años
Valencia a 22 de abril de 1942
EL FISCAL INSTRUCTOR
(Signatura de Leopoldo castro Bay)
El jutge de Xàtiva era aleshores Vicente Barona Sanchís i el secretari
del mateix jutjat era Carlos Sarthou i el dia vint-i-quatre d'abril del 1942,
dues dies més tard cita entre d'altres a declarar a D. José Sanchiz de Quesada,
el marqués de Valderas propietari d'una finca molt extensa a Barxeta coneguda popularment com "La Casa Lliga".
El Marqués de Valderas, D. José Maria Sanchiz
i Quesada (06-05-1872 / 09/03/1952)
Pel seu propi interés històric i també per a recordar uns fets que
pareix ser, no els agrada recordar a un bon grapat de gent. Transcrivim
la declaració literal del Marqués de Valderas. Esta declaració original està en
la Causa General de Xàtiva en les pàgines 245 i 246.També us facilite el
següent enllaç directe:
https://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/show/4182564
DECLARACIÓN DE
D. JOSÉ SANCHIZ QUESADA:/
Seguidamente
comparece el anotado al margen el cual juramentado en debida forma é
interrogado por el Sr. Juez, manifiesta: Que se llama como queda dicho, de
sesenta y nueve años, casado, Comandante Retirado de Artillería, natural de
Madrid, residente en esta Ciudad, Portal d la Granja nº2.
Que durante el
periodo Revolucionario, se incautaron de todas las fincas de su propiedad, de
este Distrito, o sea cuatro casas de eta Ciudad, otras tres en Gandía y en
cuanto á fincas rústicas unas doscientas hanegadas de este término municipal,
unas nueve mil hanegadas en término de Barcheta, de Monte y labor, unas ciento
sesenta en término de Gandía; unas ochenta en término de Manuel; y todo el
resto de fincas Urbanas y Rústicas del término de Madrid, y de Alcorcón y
algunas de escasa cabida de Extremadura.
Que le
produjeron daños normes, por tala de árboles, y recogida completa del fruto que
se encontraba en los naranjos; en el término de Barcheta, unas cuarenta mil
arrobas de naranja Guacinton, que estaba pendiente en el árbol; talas de unos
siete mil pinos, que vendieron en setenta mil pesetas, recogida de unas doce
mil arrobas de naranjas que había pendiente en este término, y otras cinco mil
de la finca de Manuel.
Que la incautación
se verificó por el mes de Agosto de 1936, que se hizo por orden del Comité
Revolucionario; que el valor de los daños causados, añadiendo las tres mil
cabezas de ganado que le fueron robadas, están incalculable, que no se puede
fijar fácilmente con cifras exactas y concretas, pero desde luego ascienden á
más de dos millones de pesetas y que el valor de lo incautado no se puede calcular
tampoco con exactitud, pues en la actualidad ha disminuido el valor de los
mismos en la mitad, dado el estado deplorable en que han quedado por la
incautación. Que ha recuperado todas las fincas incautadas, exceptuado el
ganado robado y los animales de labranza, los que al ser recuperados después de
la liberación, se encontraban abandonados.
Leída la
anterior declaración, se ratifica en ella el declarante, y firma con el Sr.
Juez de que yo el Secretario, certifico.
(Apareixen
les signatures del jutge, Vicente Barona Sanchis, del secretari Carlos Sarthou i del declarant
José Sánchiz Quesada.)
Açò també pertany a la Memòria Històrica. Ells testimonis de la memòria
oral dels barxetans, que malauradament cada vegada ja queden menys confirmen el
relat dels fets ocorreguts en la finca de la Casa Lliga.