La Constitució de 1931 en el seu article 36 proposava la concessió del vot a la dona. Una diputada del Partit Radical, Clara Campoamor, defensava el dret de la dona a votar i la diputada del Partit Radical Socialista, Victòria Kent, defensava l’opció contraria.
L'esquerra, amb l'excepció d'un grup de socialistes i alguns republicans no volien que la dona votara perquè se suposava que aquesta estava molt influenciada per l'Església i estaria a favor de la dreta. Per això, el Partit Radical Socialista va posar davant de Clara Campoamor a una altra reconeguda diputada, Victòria Kent, contrària al vot de les dones. El debat va ser extraordinari i Clara Campoamor va ser superior. Finalment, l'aprovació del sufragi femení es va aconseguir amb el suport de la minoria de dretes, la majoria del PSOE i alguns republicans.
Va ser famós l’enfrontament parlamentari de les dues úniques dones de la legislatura constituent de la II República.
VICTORIA KENT:
Es necesario que las mujeres que sentimos el fervor democrático, liberal y republicano pidamos que se aplace el voto de la mujer. Como se ha comprometido a servir a la república durante toda su vida, pido a la cámara que avive su conciencia liberal, aplazando el derecho pedido, porque entiendo que no es cuestión de capacidad, sino de oportunidad.
Entiendo que para defender un ideal, la mujer necesita la convivencia con ese ideal. La mujer necesita ver que la República ha traído a España lo que no supo traer la Monarquía: escuelas, laboratorios, etc. Cuando dentro de unos años funcionen esas 20.000 escuelas que han sido anunciadas, la mujer será la más ardiente defensora de la República.
No se pueden medir a las mujeres españolas por el entusiasmo de algunas muchachas universitarias, tan entusiastas por la República. Si todas fueran así, yo me levantaría a pedir el voto femenino.
CLARA CAMPOAMOR.
Comprendo la tortura del espíritu de la señorita Kent al haber negado la capacidad inicial de la mujer. Creo que por su pensamiento ha debido de pasar en alguna forma la frase de Anatole France sobre aquellos socialistas que iban a votar por necesidad en contra de los obreros.
La manifestación pro responsabilidades del año 1921 fue nutrida por las mujeres. Al hablar con elogio de las mujeres obreras y universitarias, ¿no se les está concediendo la capacidad? ¿No pagan las mujeres impuestos? ¿No sufren los rigores de la ley y todas las sanciones? ¿Por qué el hombre ha de gozar del advenimiento de la República de todos los derechos y se ha de colocar en lazareto a la mujer?
Los votos no fueron solo de los hombres. ¿Tenéis derecho, hombres a cerrar las puertas a la mujer? No. No existe ese derecho natural, sino la violencia de la ley. Dejad que la mujer se manifieste.
Es necesario que las mujeres que sentimos el fervor democrático, liberal y republicano pidamos que se aplace el voto de la mujer. Como se ha comprometido a servir a la república durante toda su vida, pido a la cámara que avive su conciencia liberal, aplazando el derecho pedido, porque entiendo que no es cuestión de capacidad, sino de oportunidad.
Entiendo que para defender un ideal, la mujer necesita la convivencia con ese ideal. La mujer necesita ver que la República ha traído a España lo que no supo traer la Monarquía: escuelas, laboratorios, etc. Cuando dentro de unos años funcionen esas 20.000 escuelas que han sido anunciadas, la mujer será la más ardiente defensora de la República.
No se pueden medir a las mujeres españolas por el entusiasmo de algunas muchachas universitarias, tan entusiastas por la República. Si todas fueran así, yo me levantaría a pedir el voto femenino.
CLARA CAMPOAMOR.
Comprendo la tortura del espíritu de la señorita Kent al haber negado la capacidad inicial de la mujer. Creo que por su pensamiento ha debido de pasar en alguna forma la frase de Anatole France sobre aquellos socialistas que iban a votar por necesidad en contra de los obreros.
La manifestación pro responsabilidades del año 1921 fue nutrida por las mujeres. Al hablar con elogio de las mujeres obreras y universitarias, ¿no se les está concediendo la capacidad? ¿No pagan las mujeres impuestos? ¿No sufren los rigores de la ley y todas las sanciones? ¿Por qué el hombre ha de gozar del advenimiento de la República de todos los derechos y se ha de colocar en lazareto a la mujer?
Los votos no fueron solo de los hombres. ¿Tenéis derecho, hombres a cerrar las puertas a la mujer? No. No existe ese derecho natural, sino la violencia de la ley. Dejad que la mujer se manifieste.
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